Había una vez un zorro llamado
Antonio, que era flojo, y que solo dormía.
Cierto día su tío el león, lo sorprendió
mascando hueso viejo y carne podrida.
El león dijo:
- Sobrino que haces con ese hueso viejo. Ve
donde tu tía, pide carne fresca, que ayer vine de casería.
Luego vuelves para ayudarme a
cazar más burros, así tener carnes frescas
El zorro ansioso dijo:
-Gracias tío, iré enseguida.
Después de conversar con su tío,
se encamino muy contento hacia la casa de su tío.
Llega y dice:
Tía, mi tío me dijo:
-Que debo quedarme a descansar contigo.
La señora leona enfurecida dijo:
- No soy propiedad de tu tío,
para dormir contigo, entre su molestia acepto dormir con el zorro Antonio,
Ya al día siguiente, Antonio se
retira de la casa de la leona, en dirección al cerro.
El león llega a su casa, nota la
molestia de su esposa, y dijo:
- ¿vino mi sobrino Antonio?
La señora respondió, todo molesta:
-sí, dormimos juntos toda la noche,
¿por qué le dijiste tú, para que
venga a dormir conmigo?
El león enfurecido va en busca de
su sobrino.
Encuentra a su sobrino Antonio descansando
en la punta del cerro muy relajado.
El león coge una cantidad de
icho, empezó a cosquillar lo en su nariz.
Y el zorro decía:
mosca no molestes que estoy con
mala noche por que pase la noche con mi tía. Así que deja de molestar.
El león se molestó, lo coge con
su machete, hasta matarlo